Hola lector.

Le invito a leer, pero espero que usted sepa que este blog es de fan fics y que algunos pueden ser de contenido homosexual, si no le gusta no lo lea. Gracias.

martes, 16 de abril de 2013

Oh, lady! [2º capítulo] NU'EST


Un ruido tremendo despertó a Ren. ¿Se caía la casa? Bostezó como si fuera un león y se levantó, fue al baño, se lavó la cara y finalmente se dirigió a la cocina. Aron estaba haciendo pancakes. Abrió la nevera y cogió el brick de leche, se sirvió un vaso y se sentó. Volvió a bostezar.
—Me has despertado. 
Aron se giró y le miró fijamente.
—Lo siento, alguien colocó una sartén donde no debía y se cayó. —Respondió.
Ren bostezó de nuevo.
—Ya tengo la clave del móvil. —Comentó.
Aron sacó los pancakes de la sartén y los sirvió en un plato.
— ¿Te llevó mucho?
—Un tiempillo.
—Luego llamamos a algún número. —Dejó un plato con dos pancakes delante de Ren—. Ahora deberíamos desayunar. —Sonrió.
Aron se sentó y ambos comenzaron a comer, Ren tenía cara de que en cualquier momento se caería dormido sobre el desayuno. ¿Tan poco había dormido?  Le alcanzó el sirope a Ren.
—Ah, gracias. Por cierto, te han salido muy bien. —sonrió.
—Gracias.
Un MinHyun somnoliento entró en la cocina, abrió la nevera y miró la mesa.
— ¿Buscas esto? —preguntó Aron mientras cogía el brick de leche.
MinHyun afirmó y lo cogió, se sirvió un vaso y se sentó con Aron y Ren.
— Y… ¿qué vais a hacer con el teléfono? —preguntó
—Por lo pronto, esperar a que estemos todos levantados y decidir a quién llamamos. —Respondió Ren.
— Y… ¿quién hablará? No sabemos en qué idioma nos van a responder. —comentó.
—Pues si hay suerte la hay, si no, no. Encontraremos a alguien, se supone que ella vive aquí. —Dijo Aron.
BaekHo y JR entraron a la cocina.
—Pensé que os despertaríais más tarde… —comentó Aron.
—El olor del desayuno nos ha despertado, tenemos mucha hambre. —sonrió—.  ¿Habéis localizado a la chica? Esto… su nombre era…
—Julia, JR, era Julia. —contestó Ren.
JR se sentó.
—Trataré de recordarlo. —bostezó—. ¿Me sirves los pancakes? Gracias BaekHo.
— ¿Tienes el móvil a mano? —Preguntó BaekHo.
Ren se levantó y se marchó a la habitación, volvió con el teléfono.
— Aquí esta. La cuestión es, ¿llamamos por orden alfabético o qué hacemos?
Aron se lamió los labios, el sirope se le había quedado en ellos.
—Yo creo que sí, que mejor llamar por orden alfabético, y si no, pues, a dedo. —sugirió.
— ¿Quién va a llamar?
—Por supuesto que MinHyun, fue quien se encontró el teléfono. —contestó Ren.
MinHyun bostezó, dio un sorbo a la leche y cogió el teléfono.
— ¿Clave? —preguntó
—3194. —respondió Ren.
MinHyun desbloqueó el teléfono y buscó la agenda de contactos. ¿Andrea? Miró al resto, que lo miraban impacientes. Le dio a llamada.
— ¡Julia! ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo! ¿Qué tal en Seúl con Marta?
여보세요? (¿Hola?)
— ¿Perdona? ¿Quién eres y por qué tienes el móvil de Julia?
안녕. 줄리아? (Hola, ¿Julia?)
— A mí me hablas en cristiano.
A quien habían llamado había colgado. MinHyun se encogió de brazos, la primera candidata no sabía hablar coreano.
— ¿No has pensado en hablar en inglés? —sugirió Aron.
MinHyun sonrió de oreja a oreja, bien sabían todos que su inglés no era para nada bueno, ni pasable.
— Si quieres hablar en inglés, habla tú.
—Ah no, no, no te voy a quitar el privilegio de hacer el idiota, adelante, sigue llamando, por favor. —se tapó la boca para esconder la risa.
Suspiró y miró hacia JR, que estaba a su derecha.
Julia miró a la izquierda, donde estaba Marta. Se encontraba mejor que ayer, pero seguía angustiada por la pérdida del móvil. Tampoco era el fin del mundo, apenas lo usaba, pero ya no tenía medio de comunicación con el exterior. Se lavó la cara y cuando Marta terminó de plancharse el pelo cogió la plancha y comenzó a ondularlo.
— ¿Y cuándo irás a por otro móvil? —Preguntó  Marta
— Pues no lo sé, quiero ir a mirar dentro de poco, quizá hoy ya que voy a llevar la guitarra a reparar.
—Sabes que la necesitamos antes del lunes, el martes son los ensayos y el miércoles la actuación.
—Lo sé, pero no tengo dinero para comprar una de repuesto.
— ¿Dejarás mi número para que contacten con nosotras una vez esté reparada?
—Claro. —desenchufó la plancha y la dejó en el suelo, una vez se enfriase la guardaría, no era cuestión de montar un incendio en una casa que ni siquiera es la suya.
—La tienda estaba en Gangnam, ¿no?
—Eso creo, usaría el Google Maps pero no tengo móvil. Aunque ya sabes, preguntando se llega a Roma, ha, ha. —rió.
­—Anda, sal ya que si no, no llegas a tiempo y te cierran en las narices.
Nada más Julia salir por la puerta principal el teléfono de Marta sonó. Se enjuagó la boca y fue a cogerlo.
— ¿Sí?
— ¿Sí?
— ¿Eh?
—Hola.
— ¿Hola?
—Sí, hola, ¿quién eres?
— ¿Y a usted que le importa?
— Busco a Julia.
— ¿A Julia? Lo siento, acaba de salir a una tienda de guitarras de Gangnam, tiene que darla para que se la arreglen, si quiere me puede dejar un recado.
— ¿Oísteis? Está en una tienda de guitarras, Jonghyun, ¿vas tú?
“Qué va, tengo que ensayar” se escuchó de fondo-
¿Qué eran todos esos murmullos? Apenas entendía algo.
— Muchas gracias. —Colgó.
Marta dejó el móvil en la mesa sin fijarse de qué móvil venía la llamada.
—Espero que Julia no se haya metido en problemas con pandilleros… —murmuró mientras volvía al baño para maquillarse.
Hacía un buen día, se notaba la primavera y se agradecía. Cargaba la guitarra a la espalda y llevaba los cascos puestos, andaba escuchando canciones de Carla Bruni. Por el paseo compró una lata de Nestea. Prefería ir caminando a la tienda a ir en metro, no iba a desperdiciar este día tan bonito.
— ¿Vas tú Aron?
—Sabes que no puedo.
— Yo tampoco puedo, chicos…
—Ya, pero es que nosotros tenemos asuntos más importantes.
MinHyun bajó la mirada y asintió.
— Voy yo. —Se levantó y fue a vestirse rápidamente, debía llegar a tiempo, cogería un taxi. Oh Dios, no había preguntado el nombre de la tienda, cogió el teléfono y volvió a llamar, pero la chica que había contestado ya no daba señales de vida. Mierda, tendría que ir una por una.  Se calzó a la velocidad del rayo, cogió la cartera y salió volando por la puerta. Bajó las escaleras —que casi se mata— y llamó a un taxi que estaba en la zona. Lo cogió.
—A Gangnam, por favor.
— ¿Lugar? —preguntó el taxista.
—No lo sé, por donde hayan tiendas de instrumentos musicales.
El taxi arrancó y en unos minutos llegaron a Gangnam.  MinHyun pagó y bajó del taxi en busca de la dueña del móvil. Era una tienda específica de guitarras… tendría que tener los ojos bien abiertos. Echó un primer vistazo.
— ¿La necesitas para el lunes?
Julia afirmó.
— Creo que no habrá problemas. —el dependiente sonrió—. Entonces nos vemos el domingo o como muy tarde el lunes.
— De verdad que te lo agradezco mucho, John, demasiado.
—Ah, de nada, pero puedes llamarme Chul, me gusta más, haha, además, ahora vivo aquí, en Corea.
—No te olvides de darle un flyer a cada persona que entre en la tienda, por favor.
—Descuida. —Guiñó un ojo—. Me voy al tajo, ya nos veremos.
Julia sonrió.
—Sí, ya nos veremos.
La puerta se abrió, Julia salió mientras se miraba las zapatillas, necesita unas nuevas, Chul tarareaba hasta que se dio cuenta de que había un apuesto joven de casi metro ochenta y algo esperando en el mostrado.
—Hola, ¿sabe si una chica llamada Julia ha pasado por aquí para entregar una guitarra?
Chul arqueó una ceja.
—No sé de quién me hablas, y si lo supiera, no doy nombres de mis clientes.
MinHyun suspiró.
—Por favor, si ella ha venido aquí para traer una guitarra, ¿podría decirle que se ponga en contacto conmigo? —sacó una hoja de una libreta y apuntó su número de teléfono—se lo agradecería mucho.
—Claro, no es molestia. Por cierto, toma, es de un concierto que va a haber el miércoles en un pub, con el flyer tienes tres consumiciones gratuitas.
Chul le entregó el flyer a MinHyun.
—Muchas gracias. —lo guardó en la chaqueta y se marchó.
Una vez MinHyun salió del local Chul miró el papel y lo tiró a la papelera. Si Julia estaba en problemas no quería delatarla.