Hola lector.

Le invito a leer, pero espero que usted sepa que este blog es de fan fics y que algunos pueden ser de contenido homosexual, si no le gusta no lo lea. Gracias.

viernes, 16 de marzo de 2012

Spring is here (2)

[Mir]
Un error, un desliz, un traspié…, De eso se trataba, solo un error, nada serio. Me reí hacia mis adentros aun sabiendo que había cometido la mayor falta de mi vida. ¿Cómo fui capaz de hacernos esto? ¿Qué sería ahora de nosotros? ¿Por qué todo me salía mal? Abrí los ojos y toqué la zona donde Dongwoon había estado no hace mucho. Había sido infiel a mis propios principios y había acuchillado mis sentimientos. ¿En qué me había convertido? ¿Qué había sido del antiguo Mir? Tiré mi corazón al vacío como si se tratase de un paño sucio, ignorando lo que dictaba, olvidando el nombre del hombre que se hallaba grabado a fuego en mi piel. Me senté en el borde de la cama, empecé a recordar todas las sonrisas que Dongwoon me dedicaba día a día, ¿lo iba a perder? Me mordí el labio inferior, no quería saber lo que pasaría entre nosotros. Me levanté y me vestí. No podía quedarme aquí, debía irme. Busqué a Dongwoon con la mirada, pero no le encontré…Mejor, así evitaba el mal rato. Dejé una nota en la mesa del comedor: “me voy ya. Mir”. Salí del apartamento y empecé a caminar sin rumbo alguno. Me encontraba nervioso. Saqué un cigarro y lo encendí, el humo ascendió elegantemente hasta disiparse, ¿sería yo como el humo? El humo tiene una corta existencia, pero resurge al avivarse el fuego… ¿Sería que yo soy verdaderamente de esta manera, como una veleta? ¿Bipolaridad? No, tampoco es tanto. Miré las puntas de mis zapatillas como si buscara una respuesta, ¿sería que aún soy un inmaduro? Probablemente… Pero una persona madura con el tiempo, no porque lo decida una mañana enfrente del espejo. Espejos, ya me daban miedo, no me gustaba ver mi reflejo, el reflejo de mi Yo actual. Me sentía como el Dr. Jekyll, un humano que perdía la razón y se convertía en otro ser. Todo venía de golpe y demasiado rápido, ¿por qué, acaso alguien me quiere castigar? Joon, Thunder, Dongwoon… Esto era demasiado para mí, no podía soportarlo. Llegué hasta una zona de bares, las luces me aturdían, la música resonaba en mi cabeza.
-Cinco mil won la noche, completa, ¿te apetece?
Me giré, era una prostituta.
-No, no me interesa.
-Oh venga.-Se me acercó mientras me enseñaba el escote-.No te vas a arrepentir… Es un completo… Y es una buena oferta…                                                                                                                                                                            
La prostituta era rubia teñida, parecía ser japonesa y no es que fuera muy agraciada.
-Aparta.-Dije de malas maneras.
-¿Seguro?
La prostituta colocó su mano en mis partes bajas y las acarició mientras me miraba lascivamente.
-¡Que no, joder!-Grité mientras la apartaba de mí.
-¡Ah!-Exclamó.
Unos hombres aparecieron detrás de ella, deberían ser los “chulos”
-¿Yukiko, tienes algún problema con este canalla?-Preguntó el más intimidante.
La mujer se aferró a su brazo.
-¡A intentado abusar de mí!-Exclamó.
Ambos me miraron.
-¿Quién te crees que eres, eh?-Preguntó uno.
-¡Eh, yo no he abusado de nadie, ella me tocó el paquete!
El matón número uno me propinó un tortazo.
-¿Cómo osas hablar así de una mujer honrada?
-¿Honrada? ¡Es una puta!-Grité.
El matón número dos me empotró contra el cristal de una discoteca. Caí al suelo.
-¿A quién llamas puta, no sabes que es una “dama de compañía?-Preguntó molesto.
-Una cosa y lo otro es lo mismo.-Mascullé
-¿Qué has dicho? No te he oído bien.-Dijo con una sonrisa antes de patearme el vientre.
-¡Ah!-Grité.
¿Cómo era posible que nadie hiciera nada? Me levanté dispuesto a pegar a uno de los dos, el matón número uno agarró mi puño (de la mano lesionada) y me torció la muñeca. Nunca antes había sentido más dolor. Entre los dos me inmovilizaron y me pegaron hasta decir basta. Vomité sangre, la nariz ya no la sentía y veía mal.
-¿Vas a disculparte?-Preguntó uno.
Estaba un poco sordo del oído derecho, así que no oí lo que decía. Volvió a pegarme.
-¡Contesta, hijo de puta!
Fui a hablar, pero lo único que salió de mi boca fue sangre que manchó el rostro de la prostituta. Me dio un tortazo.
-¡Menudo desperdicio de hombre!-Exclamó.
Todo se iba apagando, ya no reaccionaba, mis sentidos estaban “desconectados”. La vista se me nublaba y me mantenía en pie por que los matones me sujetaban, si no estaría en el suelo.
-¡Apartad!-Gritó-¡Apartad hijos de puta!-Volvió a gritar.
¿Quién era?
-¿Pero tú quién…?-Antes de que el “chulo” terminase la frase aquel misterioso hombre placó a uno de los matones. Caí al suelo.
-¡¿Qué le habéis hecho?!¡Hijos de puta, cabronazos!
Sonaba bastante furioso.
-¡Mir!-Exclamó un segundo.
¿Quiénes eran? El segundo hombre me cogió en brazos. Volvió a hablar, pero no entendí lo que decía…Mi vida se apagaba, el frío empezaba a colarse por mi piel y a correr en mis venas, y no era cuestión de pesimismo. El primer hombre se acercó y me cogió la cara entre sus manos, eran cálidas, como las de una divinidad que te recibe con los brazos abiertos tras la muerte. ¿Estaría en el cielo? Su voz sonaba dulce pero a la vez nerviosa. Unas gotas de agua cayeron sobre mi rostro, ¿sería lluvia o serían lágrimas?
Todo estaba oscuro como si hubieran echado un manto sobre mi cabeza. Chicos, ya basta, encended la luz, ¿eh? Por mucho que caminase no hallaba salida, caminaba y caminaba sin parar, ¿qué era esto, un sueño? Oía mi nombre, una súplica, un arrepentimiento, un llanto. ¿Quién estaba ahí? Ah, hay una segunda voz, suena como la primera, pero diferenciaba los tonos. Me suplicaban que volviese… ¿Volver a dónde?