Hola lector.

Le invito a leer, pero espero que usted sepa que este blog es de fan fics y que algunos pueden ser de contenido homosexual, si no le gusta no lo lea. Gracias.

sábado, 25 de febrero de 2012

Winter is beginning to take hold in our hearts. (3)

[Mir]
¿Qué había hecho, me iba a quedar en serio en aquella casa? Tenía la sensación de que si lo hacía me sentiría incómodo. ¿Por qué Thunder era así con Joon y conmigo? Menudo bipolar… Pestañeé varias veces, esperando que solo fuera un sueño…, pero era tan real como que Thunder me estaba tocando las narices.
-¿Entonces todo arreglado?-Preguntó sin separarse de Joon.
Miré hacia otro lado y tragué saliva, ¿me estaría metiendo en la boca del lobo? Afirmé con la cabeza, las palabras se me habían atascado en la garganta.
-¿Vamos a hacer la canción en conjunto o no?-Preguntó G.O
Seungho se encogió de hombros.
-Ya es bastante tarde…Creo que deberíamos marcharnos…-Propuso Thunder.
-¿Y si nos echan qué?-Preguntó Joon mientras se separaba de Thunder.
-Somos sus “niños”, dudo que haga eso.-Sonrió.-Además, es la hora del té.
-¿Qué té, si tú no tomas?-Preguntó G.O desconcertado.
-Oh, G.O, es un decir.-Se quejó.
Me balanceé mientras miraba mis zapatillas que antes eran blancas.
-¿Qué queréis hacer, ir a casa o a dar una vuelta?-Preguntó Seungho
-Ir a dar una vuelta.-Dijimos G.O y yo a la vez.
-A casa.-Dijeron Joon y Thunder al unísono.
Miré a Thunder inexpresivamente.
-Vaya coincidencia…Nosotros a casa y vosotros a dar una vuelta.-Comentó.
-Yo solo quiero dormir…
-Pues venga, iros ya, nosotros nos quedamos pensando a dónde ir.
Thunder sonrió y se llevó a Joon cogido del brazo. Yo solamente me limitaba a mirar, ni siquiera abría la boca para expirar. Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que Seungho me estaba hablando.
-¡Mir!-Exclamó.
Me giré con los ojos muy abiertos.
-¿Sí?-Pregunté.
-Lo primero, no me mires así, pareces una niña endemoniada…Lo segundo, ¿a dónde te apetece ir?
-Mmm…No sé, cualquier sitio está bien.-Respondí sin prestar mucha atención.
-Entonces podríamos dar un paseo mientras andamos hacia casa.
-Me parece bien.
-¿Te preocupa algo?-Me preguntó G.O
Negué con la cabeza, pero era algo evidente.
Los otros dos empezaron a caminar sin aviso alguno, yo les seguí. Salimos del edificio y caminamos a destiempo, cada uno se sumergía en sus pensamientos. Pasamos por varios parques, en uno me detuve y les pedí entrar, aquel parque me encantaba. Me apoyé en un banco mientras miraba a lo lejos. Más de una pareja pasó por delante de mí, lo que hacía que se fuese formando un agujero negro en mi interior…, Vacío, frío y profundo.
-¿Podemos irnos ya? Es hora de ir a casa, se van a  preocupar.
Salí de mi ensimismamiento y empecé a caminar sin decir ni una  palabra. Mis zapatillas se hundían en la nieve y la humedad traspasaba la tela. Hacía mucho frío y solo llevaba mi jersey y la chaqueta de Joon. Acerqué el cuello de la chaqueta a mi rostro…Aún olía a su perfume, era como estar abrazándole. ¿Podré recuperar la amistad que perdimos? Antes éramos como hermanos… Pero empecé a creer sentir “aquello” (de lo cual aún tengo dudas) y estropeé aquella relación. Empezó a nevar, los copos caían con una suave danza sobre mi cabello y mis hombros, dejando motas blancas en la oscura chaqueta de Joon. El hielo al derretirse caía deliberadamente sobre mi rostro, haciendo parecer que había llorado, aquel agua fría sin duda era lo que mis ojos querían derramar, pero no podían. Comenzó a picarme la nariz, estornudé.


-¿Te has resfriado?-Preguntó Thunder en el hall de la casa.
Era más que evidente. Si llego a casa sonándome, tiritando y con la nariz roja es que me he resfriado, no es que tenga complejo de Rudolph.
-Sí, debería de haberme puesto botas…
-Mira que eres tontito.
Le miré fríamente.
-En tu habitación, digo…En la habitación de Joon siguen habiendo prendas tuyas y creo recordar que algún par de zapatos, deberías subir.
Me descalcé y subí por las escaleras medio ignorando a Thunder, aunque éste iba a preparar la cena.
Abrí la puerta.  Joon estaba tumbado en la cama, aparentemente dormido.  Me quité la ropa mojada, abrí mi antiguo armario y cogí un pijama invernal. El cabello estaba húmedo, así que después tendría que darme una pasada con el secador.
-¿No te han enseñado que antes de entrar hay que llamar?
Me giré confuso, ¿no estaba dormido?
-Esta fue mi habitación durante bastante tiempo, creo que tengo todo el derecho del mundo.
Joon se incorporó.
-En eso tienes razón.-Dijo a la vez que se estiraba.-Entonces dormirás conmigo, ¿no?
-Supongo, esa de ahí aún es mi cama.-Respondí.
-Será como en los viejos tiempos.-Sonrió.
Su sonrisa produjo miles de sensaciones dentro de mí, entre ellas la calma.
-Como en los viejos tiempos…-Murmuré-¡Ah! Dentro de poco va a estar la cena.
-No quiero bajar, no tengo hambre, y hoy Thunder ha estado muy cansino. Una vez está bien, pero pegarse como una lapa acaba agotando.
-¿Yo era así?
Suspiró.
-Tú eras como mi hermano, a veces me cansabas, pero hacía todo lo posible por aunar fuerzas y estar a tu altura en cuanto a energía. Siempre has sido muy energético, Mir.
Me fui acercando a Joon lentamente, me iba a sentar y a tumbarme un rato con él para poder charlar como antes, largo y tendido.
-¡A cenar!-Exclamó Thunder desde fuera de la habitación.
Me giré lánguidamente.
-Yo voy a ir, ¿tú?
-No, pero… ¿Podrías traerme un poco de chocolate?
Sonreí.
-Claro.
Bajé las escaleras rítmicamente y caminé hasta llegar al comedor.
-¿Joon no baja?-Preguntó Seungho.
-No, está dormido.-Me senté y bebí un poco de cerveza.
Thunder me miró intrigado.
-¿Tan pronto se ha echado a sobar?
Afirmé con la cabeza.
-Está muy cansado.
-¿No será que está depre por algo?-Inquirió Thunder.
-No lo sé.-Respondí con la boca llena de pollo a la tailandesa.
G.O derramó la cerveza sobre el mantel. Su cara provocó que nos riéramos.
-Chupa y mama, que se derrama.-Bromeó Seungho.
Me reí más fuerte, no podía controlarme.
-Si, ya, ¿adivináis quién va a tener que limpiar eso?-Preguntó Thunder aparentemente ausente, pero cabreado por la idea de lavar de nuevo ese mantel.
-Podría hacerlo Joon, que nunca hace nada, solo se queda en esa habitación con sus viejos libros.-Expuso G.O
Thunder miró hacia las escaleras.
-Ahora vuelvo.
Seguimos comiendo, ignorando a Thunder, ya que si terminábamos pronto podríamos seguir comiendo debido a que el pollo de Joon seguía en la fuente de cristal. Era un reto, éramos rivales, el premio era pollo a la tailandesa.
-Toma.-Dije mientras le daba lo que me sobraba de la lata de cerveza a G.O
-¿Eh? Es tuya…
-Pero no me apetece más, nunca me ha gustado mucho la cerveza…-Me expliqué.
G.O la aceptó encantado.
-Gracias.-Respondió.
Sonreí. Si algo me encantaba era ver a mis amigos sonreír. Empezamos a conversar, tanto me distraje que no me percaté de la ausencia de Thunder.
-Mir, eres el que más cerca de la puerta está, ¿puedes ver qué hace Thunder?-Me pidió Seungho.
-A lo mejor se ha quedado dormido.-Comentó G.O
Me levanté.
-Vale, pero dejadme pollo.
G.O y Seungho afirmaron, aunque no me fiaba mucho de ellos. Recuerdo que una vez me prometieron no tocar mi pastel de cumpleaños y amaneció minúsculo y con la nata destrozada. Subí las escaleras a desgana y abrí la puerta de la habitación de Thunder, no estaba. Empecé a escuchar unas risas provenientes de mi antigua habitación. Caminé hasta la puerta y abrí lentamente. No debería de haberlo hecho. Aquel pequeño jardín que aún se conservaba intacto dentro de mí se incendió automáticamente. Todos aquello sentimientos gritaban dentro de mí, solo quería llorar…, o entrar y pegarle. Thunder se encontraba sin camisa encima de Joon en el suelo, Joon tenía la camisa desabrochada y Thunder lo “cabalgaba” sin tener contacto sexual mientras agitaba la camisa en el aire como si de una soga de cowboy se tratara. Thunder imitaba el orgasmo de una mujer mientras Joon se reía a carcajadas. Aparentemente no le molestaba, parecía incluso que lo disfrutaba. Abrí un poco más la puerta justo cuando la camisa de Thunder salía disparada y acababa en mi cabeza tapándome la cara. Retiré la camisa y la dejé caer en el suelo. Al instante ambos me miraron y dejaron de interpretar aquella escenita tan patética.
-Thunder…La cena se te va a…Enfriar.-Solté conteniendo las lágrimas. Tenía un nudo en la garganta y era consciente de que mi voz era la voz que le sale a una persona que va a llorar descontroladamente. Tragué saliva y me marché. Bajé las escaleras y fui al comedor.
-Mira Mir, te guardamos pollo.-Señaló Seungho.
-No importa, coméroslo, al igual que lo que sobra de mi cena.-Dije mientras bebía de un trago lo que me quedaba de cerveza.
-¿Pasa…?
G.O le dio un codazo a Seungho para que no hablase.
-No pasa nada.-Respondí a la pregunta que nunca fue formulada.-Voy a salir un momento.
Ellos afirmaron con la cabeza, sabía que ni debía decir un “vale”. Salí de la casa, aun siendo las  23:00 pm, solo iría a dar una vuelta. Caminé hasta llegar al parque de antes y me senté en un banco. Saqué la cajetilla de tabaco y encendí un cigarro. Mis lágrimas empezaron a correr por mis mejillas sin permiso alguno, salían solas, pero sólo eran lágrimas, no era un llanto.
Di una calada profunda al cigarro de chocolate y solté el humo como si fuera una chimenea. Volví a dar otra calada, pero esta vez solté el humo en forma de círculos. Me reí. Las lágrimas se congelaban debido a las bajas temperaturas, así que me las secaba antes de tener témpanos de hielo pegados a los ojos. Miré a los columpios que se encontraban delante de mí. Había uno roto, como si no sirviera para su cometido y alguien lo hubiera destrozado por indignación. Quizás yo me pareciese a ese columpio, quizás no llego a ser suficiente. Dependo de alguien y si fallo todos me incriminan, me insultan, me quiebran. 
Bajé la cabeza y suspiré. Las lágrimas hacían diminutos huecos al caer sobre la ligera nieve. Empecé a estornudar, una vez tras otra. Alguien estaba detrás de mí,oía su apaciguada respiración. Se apoyó en el respaldo del banco y acarició mi cabeza con su mano, una cálida y reconfortante mano.
-Mir… ¿Cuándo dejarás de ser tan sensible?