[Mir]
Salí del gimnasio, el frío congelaba mis lágrimas que aún derramaba inconscientemente. ¿Por qué habrá hecho esto? Aún sentía el tacto de su mano sobre mi piel y sus labios pellizcar los míos. Me tapé la boca con la mano. Entrecerré los ojos.
-¡Mir!
Levanté la cabeza lentamente. Allí estaba Jessica. Escondí mi rostro.
-Vete.
Jessica me siguió preocupada.
-¿Ha pasado algo?-Preguntó.
-¿Tú qué crees?-Pregunté mientras la miraba fijamente.
-Entonces dejamos lo del parque para…
-No lo sé.-Respondí al mismo tiempo que secaba las lágrimas con la manga de mi jersey.
-Mir, yo… Sé que he sido una estúpida y…
Oí la tos de Joon, me giré temerosamente, contemplando el rostro de quien había violado mi ser. Cogí a Jessica de la muñeca y empecé a caminar.
-¿Qué pasa?-Preguntó.
-¿No querías ir al parque de atracciones? Si quieres te compro golosinas.-Dije irónicamente.
Se soltó.
-¿Por qué me hablas como si no fuera una adulta?
Vacilé durante unos segundos.
-Me voy
-¿No íbamos a...?
-¡¿No quieres que te trate como a una adulta?! ¡Pues entonces no hay parque de atracciones!-Grité enfadado.
Joon se paró y se quedó mirándonos. Me di la vuelta y caminé hasta la moto.
-Nos vemos.-Me despedí.
No podía controlar mis emociones. ¿Por qué solo me molestó y no me desagradó lo que hizo Joon, será cierto lo que creía sentir? Arranqué.
-¡Mir!-Gritó Joon.
Levanté la mirada, se me hizo un nudo en la garganta y volvía a empezar a llorar. No quería que me volviera a ver así. Saqué la moto del aparcamiento y me fui. ¿A dónde iría? No tenía ni idea, a donde me llevara la moto.
Quizás fuera estúpido ahogar las penas en el alcohol, ¿pero qué otra opción tenía, ir a casa de alguien y contar que Joon había abusado de mi? Era una locura, y aún no sabía las razones de sus actos.
-Tienes pinta de necesitar fumar, ¿quieres?
Levanté la cabeza, ¿G-Dragon? Sostenía una cajetilla de Marlboro light, con un cigarro sobresaliendo. No fumaba, pero ya no era consciente de lo que hacía. Salí afuera y encendí el cigarro.
-¿Mal de amores?-Me preguntó.
Empecé a reírme.
-Mal de todo.-Respondí.
-Esa persona… ¿Te hace la vida imposible?
-A veces…
-¿Sientes algo?
-No lo sé…
-¿Es un criminal?
-¿Eh?
-¿Eh?
-“He is a rebel with a tained heart, and even I know this ain’t smart… But, mama, I’m in love with a criminal. And this type of love isn’t rational, it’s physical… Mamma, please don’t cry, I will be all right…All reason aside, I just can’t deny I love that guy”
-Britney Spears.-Dije con una sonrisa.
-Lo dicho
-Quizás se trate de un criminal…Atenta contra mis aún puros sentimientos.
GD me miró.
-Voy a entrar.
Tiré el cigarro, habiéndole dado una última calada. Lo que hice nada más entrar fue comprar tabaco en la máquina de la discoteca…De… ¿Chocolate? Fue lo primero que salió. Volví a la barra y me pedí otro Cosmopolitan. Copa tras copa ahogué la noche. Hasta que me harté y decidí marcharme definitivamente. Salí a la calle.
-Perdona…-Una chica se me había acercado, su postura era recatada pero su vestuario decía todo lo contrario.
-¿Qué?
Se puso de puntillas y me besó. Yo me dejé llevar, besaba bastante bien. ¿Cuántos tendría, dieciocho? No me importaba.
Deslizó mi camisa por mis hombros mientras bajaba por mi torso besándolo. Se detuvo en mi cinturón y lo desabrochó lentamente. Cogí su cara y la llevé hacia la mía para besarla de nuevo. Recorría su desnudo cuerpo con mis manos. Hacía de su cuerpo una posesión más. Era mía y podía hacer lo que quisiera con ella. Tiré de su cabello para dejar su yugular al descubierto, sitio que mordí con bastante fuerza, marcándola. Apretaba sus caderas con mis manos y recorría su vientre con mi boca. ¿Aquello era a lo que llamaban placer?
Desperté con los rayos de sol que inundaban mi habitación. Me incorporé. Qué dolor de cabeza… ¿Quién era la chica que dormía a mi lado? Ah, ya me acuerdo. Me levanté y saqué la cajetilla de tabaco sabor chocolate. Encendí un cigarro y me apoyé en la ventana. Encima de la mesilla había una botella de vodka de mora. Eché un trago largo. Bajé la mirada a la acera, ¿por qué Jessica estaba allí? La joven de anoche se aferró a mi cintura. Jessica la vio y se marchó. No me importó.
-Deberías marcharte a casa, tus padres deben estar preocupados.-Le comenté.
-Piensan que me he quedado en casa de una amiga…
Me di la vuelta y le di un tortazo que la dejé en el suelo. Debería haber controlado mi fuerza, podría meterme en un lío.
-Encima de puta, mentirosa y rebelde. No hay cosa que más deteste que las niñatas como tú.- Saqué una cantidad considerable de dinero de la cartera y se la lancé.-Ahí tienes, nada de lo que ha pasado va a salir de aquí o despídete de plaza en el instituto SkyLine.
Su cara de asombro fue increíble. Sí, en mitad de la madrugada busqué en su bolso, era alumna de segundo de bachiller en el SkyLine.
-No, no diré nada.
-Largo de mi casa.-La eché.
Me quedé en la habitación sentado en el suelo apoyado contra la pared, con compañeras como la botella de Vodka y la caja de tabaco.