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Le invito a leer, pero espero que usted sepa que este blog es de fan fics y que algunos pueden ser de contenido homosexual, si no le gusta no lo lea. Gracias.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Oh, lady! [4º capítulo] NU'EST


—Espero que no me hayas puesto la chuleta quemada.
—Tranquilo, que esa me la como yo, y no está quemada, está “crujiente”
MinHyun no pudo evitar reírse. Los cinco se sentaron para comer, se miraban entre ellos.
—Entonces, ¿vas mañana? —preguntó BaekHo
JR bebió un trago de Coca-Cola y afirmó con la cabeza.
—Si Ren se anima y me acompaña mejor, no quiero ir solo.
—¿Por si es una fangirl? —preguntó Aron.
JR se quedó pensando y miró a Ren
—La verdad es que era una chica bastante normal, es decir, ni gritó ni nada, se le vio un poco tímida pero eso es normal. ¿Te vienes, Ren? Sé que tienes ganas.—Comentó con una sonrisa.
Ren miró hacia el techo y luego bajó la mirada hacia JR.
—¿Qué ocurre? —Preguntó MinHyun con una media sonrisa dibujada en su rostro.
—¿Ren se nos ha enamorado? —Preguntó BaekHo.
—¡No! ¿Pero por qué sacáis conclusiones que no son? —respondió indignado.
Aron sonrió.
—Lo primero que harías es negar lo que es verdad, aunque bueno, si tú lo dices te tenemos que creer, ¿no?
Ren se levantó, cogió el plato y se marchó al sofá. Vaya pesados que eran sus compañeros. Encendió la tele y siguió cenando. El móvil de Julia estaba en la mesilla, lo miró, lo cogió y miró la pantalla bloqueada. Se giró para ver si los otros seguían en la cocina y desbloqueó el teléfono, comenzó a mirar las fotos, ¿esas serían de su cumpleaños? Salía con bastantes personas, en una foto una chica rubia le estampaba un cacho de tarta en la mejilla izquierda mientras Julia la miraba incrédula. Ren sonrió, pasaba las fotos y con cada foto le daban más ganas de reír, eran fotos bastante divertidas. Iba a ir, mañana iba a acompañar a JR.
—¿Te has decidido? —preguntó BaekHo.
Ren se giró sobresaltado. ¿Desde cuando estaba ahí?
—No seas tonto, gánate el corazón de esa chica, seguro que se te da bien. —sonrió.
—Ya, claro, no he tenido novia nunca, ¿cómo lo voy a hacer?
—Pregúntale a Aron, él siempre te ayuda en lo que sea.
—¿No podrías ayudarme tú?
BaekHo se sentó al lado de Ren.
—¿Qué es lo que quieres saber?
Ren se quedó pensativo mirando el móvil.
—¿Cómo son las chicas? Es decir...
—Te entendí Ren, no hacen falta explicaciones. —Rió.
—Por mucho que vea películas de amor... todo me parece tan incomprensible...
—Simplemente has de ser tú mismo.
—Pero por mucha fangirl que yo tenga nadie quiere a un chico como yo, aunque me digan que me aman, no lo hacen, sólo les gusta mi físico, mi voz, mi patética manera de ser.
BaekHo le dio un codazo.
—Eh, patética no es, eres distinto pero no por ello patético. Y si no te lanzas nunca sabrás si esta chica te va a querer por cómo eres y no por lo que eres.
—Se acabará cansando de mí.
—Eso nunca lo digas.
—Nadie quiere a un miedica afeminado al que todo el mundo llama gay por novio.
—Ren, te lo digo en serio, nunca digas esas cosas de ti porque no son ciertas.
—¿No es cierto?
BaekHo se quedó callado.
—Pero no lo digas, porque vales mucho, eres un chico encantador, con una bonita sonrisa, eres cariñoso, divertido... ¿Qué importa que te den miedo las películas de terror? ¿Qué importa que seas afeminado? ¿A caso importa que te llamen gay? Si ella te quiere, te ha de bastar. No importa lo que los demás digan, lo que importa es lo que pensáis ambos.
Ren suspiró, miró a su compañero y lo abrazó.
—Gracias. Muchas gracias.
—Anda, vete a dormir, tienes cara de necesitar descansar.—pellizcó la mejilla de Ren con cariño y se fue a la habitación.
Bostezó, miró la hora y dejó el móvil sobre la mesilla. Cogió el plato y fue a la cocina a lavarlo.
—Trae, ya lo lavo yo.
Miró a JR sin decir nada.
—¿Qué pasa?
—Nada, hasta mañana.—Dijo entre bostezos.
JR fijó su mirada en Ren hasta que éste salió de la cocina. Hizo sonar su cuello dos veces y lavó el plato de Ren, luego fue al sofá, donde se tiró de costado. Le apetecía ver una película.
—Vaya, era hora de levantarse, tienes el plato de espaguetis en la cocina.
Se restregó los ojos con los puños y se estiró. ¿Se había dormido en el salón? Lo último que recordaba era a Leonardo DiCaprio con una pistola en la mano.
—Deberías ducharte, no puedes ir a ver a esta chica con esas pintas.
—Ya lo sé.—murmuró mientras se levantaba. Caminó hacia el baño y tocó en la puerta. Un Ren recién duchado salió, el cabello se le pegó a los laterales de la cara y las gotas se deslizaban por los cabellos, pasando por las mejillas y goteando al suelo desde su barbilla. JR entró y cerró la puerta. Se quitó la camisa y se miró al espejo, necesitaba cortarse el cabello, era demasiado largo para él. Se peinó hacia atrás y siguió desvistiéndose. Entró a la ducha, el agua no estaba ni caliente ni templada, estaba a gusto. Se puso de espaldas a la alcachofa para que el agua golpeara su espalda y le hiciera “ese masaje” que tanto le gusta, el cabello se le fue mojando poco a poco, una vez estuvo totalmente mojado lo echó hacia atrás, las gotas de agua que se deslizaban por sus músculos le relajaban; era como si alguien pasara delicadamente las manos. Cerró los ojos y respiró hondo.
Tardó más de lo normal en ducharse, siempre había tenido fama de ser el más rápido pero esta vez tardó lo que Ren solía tardar, unos veinticinco minutos. Salió de la ducha con una toalla más pequeña que la suya –ya que Ren usó la de JR porque la suya estaba secándose— alrededor de la cintura. Sentía que en cualquier momento se podría caer.
—Vaya, sí que te estás poniendo fuerte. —comentó BaekHo.
—No más que tú. —respondió. Se metió en la habitación y se visitó. Salió hacia la cocina para comer, eran casi las tres de la tarde, tenía que darse prisa. Ren ya estaba preparado, incluso le dio tiempo a peinarse el fleco bastante bien.
—Yo ya estoy—dijo Ren al terminar de lavar el plato.
—Yo ya termino.
Aron cogió el plato de JR sin permiso y le hizo una seña con la mano, le dijo que se fueran ya, que él ya lavaría el plato. JR se levantó, cogió el móvil, las llaves y salió con Ren. Cuando llegaron al McDonald de Gangnam las dos chicas ya estaban. Ambas estaban sentadas mirando al suelo, ¿llevarían mucho esperando? Ren miró a JR.
—¿Cómo nos acercamos? Saben quiénes somos. ¿Y si se ponen a gritar? ¿No es mejor dejar el móvil en algún lado y mandarles un SMS? —sugirió.
—¿Te da vergüenza verla o qué? —preguntó JR
—No es eso, yo sólo digo que a lo mejor se arma.
—No creo. —cogió a Ren del brazo y caminaron hacia donde estaban las dos chicas. Una estaba apoyada en el hombro de la otra medio dormida y la otra iba por el mismo camino, estaba bostezando, ¿habían dormido? JR se acercó poco a poco a la chica del otro día y le dio un toque en el hombro, ésta abrió los ojos y lo miró durante unos segundos sin decir nada, acto seguido le dio un codazo a su compañera, que se irguió.
—Hola. —saludaron al unísono.
—Hola.—respondieron al unísono.
JR y Ren sonrieron sin saber qué decir.
—Mi teléfono.
—¡Ah! Cierto.
JR sacó el teléfono del bolsillo del pantalón. Julia y Marta seguían sin creer que JR y Ren estuvieran delante.
—Espero que no hayáis cotilleado.—murmuró Julia.
—Si lo que te preocupan son las fotos de tu cumpleaños, sales muy guapa con la tarta en la cara.—rió Ren.
Lo mataba. Lo iba a matar. ¿Cotillearon? No se lo esperaba de ellos. Pero la sonrisa de Ren hizo que ella también sonriera. JR miró a Ren y luego al reloj.
—¿Vais a hacer algo? Ah, por cierto, soy JongHyun y él Ren, qué descortés por mi parte.
Julia y Marta abrieron la boca.
—Ahá.. digo... yo soy Marta, encantada.
—Yo Julia y no, no vamos a hacer nada, ¿no, Marta?
Marta negó con la cabeza, seguía sin creer lo que veía.